SOLAGÜEN GRAN RESERVA 2005

Solagüen Gran Reserva 2005

Pararse a pensar es retar al tiempo
Rememorar el pasado o imaginar el futuro degustando un vino exclusivo y selecto capaz de desafiar al tiempo.

Las viñas seleccionadas para el Solagüen Gran Reserva tienen entre 40 y 60 años, están situadas en la zona alta, dispuestas en vaso y son recolectadas a mano. Tras una crianza de 24 meses en barricas de tostado medio de roble americano y francés, reposa al menos 3 años en botella.

Este vino nos hace sentirnos orgullosos del legado que hace de nuestra tierra pionera en los procesos de maduración y crianza de grandes vinos.

VARIETAL
El 100% de la uva es tempranillo recolectada a mano, procedente de viñedos dispuestos en vaso y situados entre 570 y 650 m. de altitud.

COSECHA
Calificada como excelente, la cosecha 2005 tuvo un ciclo vegetativo favorecido por climatología benigna y de precipitaciones moderadas pero bien repartidas, suficientes hasta el cuajado. Hubo adelanto de diez días con respecto a 2004 y fue modélica en estado sanitario y climatología. Gracias al adelanto, la práctica totalidad de la cosecha se recogió antes de las tormentas de mediados de octubre.

VINIFICACIÓN
Racimos despalillados y encubados durante 16 días con control térmico a 27 oC. Posterior sangrado por gravedad y segunda fermentación maloláctica espontánea al cabo de dos semanas.

CRIANZA BARRICA
Tras descartar el 20% del vino ya fermentado en una segunda selección en bodega (la primera selección es sobre el viñedo) en función de la condición cualitativa del color, factor primordial para definir un vino que va a tener una larga vida evolutiva, se guardó durante 24 meses en barrica de roble, mezclando 80% americano + 20% francés y con trasiegos de limpieza cada 6 meses.

CRIANZA BOTELLA
Tras la barrica el vino sólo necesita una ligera clarificación y una última decantación, lo cual permite el embotellado sin filtración. La crianza mínima en botella establecida para este Gran Reserva es de treinta y seis meses.

VISTA
Núcleo de capa elevada y tonalidad picota, con ribete guinda. Brillante y limpio.

NARIZ
Intensa, compleja, amable y evolutiva: el vino va desgranando con lentitud variados matices a medida que se va aireando. Base de fruta muy madura con cacao, guindas, especias y ligero ahumado. Con la permanencia en copa surgen matices torrefactos. Madera perfectamente integrada, perceptible pero sin cubrir el carácter frutal del vino.

BOCA
Plenitud de sabor en ataque con base de bayas silvestres como principal sensación sápida, a modo de mezcla de confitura, golosina y guindas maceradas. Ligero tacto aterciopelado, con lácteo y bombón de licor final. Persistente y cálido.

Es un vino en el que se reconoce el caráccter positivamente clásico de los riojas de larga crianza, ofreciéndolo con intensidad y, esencialmente, con la complejidad que únicamente se puede desarrollar con larga estancia en botella.