Mar de Frades Godello
Carácter Atlántico que combina su elegante estructura con delicadeza en la expresión, un vino de acentuada singularidad. Mar de Frades elaborado con 100 % Godello. Color amarillo limón pálido. En nariz trae aromas de frutas tropicales como el mango y la piña. En boca es untuoso y con volumen, el matiz de las lías está presente.
VENDIMIA
Vendimia manual iniciada en septiembre después de una primavera lluviosa y un verano caluroso.
ELABORACIÓN
Tras una vendimia manual en nuestros viñedos, solo aquellos racimos tersos y aromáticos entran directamente en la prensa, sin maceraciones y sin despalillar. El mosto flor claro y expresivo fermenta en acero inoxidable con sus propias levaduras. Terminada la fermentación, el vino intenso y aromático, permanece sobre sus lías finas. La crianza sobre lías se realiza durante meses en depósitos, sólo un 6% del vino se crió sobre lías en roble francés durante 2 meses. El ensamblaje se hizo justo antes de su embotellado para un posterior descanso en bodega durante 5 meses.
NOTAS DE CATA
Es un vino con personalidad muy evocadora, con color amarillo pajizo y reflejos de limón acerado. La elegancia que destila comienza en la nariz, donde notas de lichi y maracuyá se entremezclan con olores de nardo y gardenia. Al paladar es sabroso. Su acidez moderada le aporta una estructura que imprime carácter, con sabores de manzana, pera y delicados toques de frutos secos, avellana, anacardo, y un retrogusto repleto de matices salinos.
MARIDAJE
Su fruta intensa y tropical invita a maridarlo con productos del campo, espárrago blanco, alcachofas o berenjenas. Por su complejidad, elegancia y matices también puede ser degustado con el sushi, sashimi, tataki o gyozas. La etiqueta incorpora un logo termosensible, que hace que cuando el vino alcanza su temperatura optima de consume aparezca un pequeño barco, que desaparecerá si el vino no está lo suficientemente frío para su degustación.
BODEGA
Conscientes de la importancia de su ubicación en el Valle del Salnés y de su tradición, Mar de Frades toma su nombre de un recoveco de la ría de Arousa, al lado de la desembocadura del río Umia cuyo significado es mar de los frailes. Su nombre, pues, se remonta a la Edad Media, época en que los peregrinos accedían a Galicia a través de la ruta del mar del Camino de Santiago. Uno de los puntos donde desembarcaban era, precisamente, esta zona de la desembocadora del Umia, lugar donde hoy está enclavada la bodega.
La bodega, que sorprende por su arquitectura vanguardista, está enclavada en un entorno natural envidiable y, a través de sus vistas al océano, “ayuda a entender el espíritu Atlántico del albariño”